La Casa del Rey Moro es una construcción datada en el siglo XV, lo que la hace una de las viviendas más antiguas de entre las que podemos encontrar en Sevilla. En la actualidad es la sede de la Fundación Blas Infante.
No se conoce prácticamente nada de la historia de esta casa, por lo que no sabemos de donde procede el apelativo con el que es conocida. El investigador Celestino López Martínez apuntó en su día a que podría hacer referencia al 'Rey de Niebla y del Algarve D. Abenmafor, a mediados del siglo XIII'. Sin embargo, no se encuentra ningún resto en la vivienda anterior al siglo XV, por lo que la hipótesis más extendida hoy es que la decoración mudéjar, 'arabesca', de la casa hiciera que los vecinos la empezaran a identificar espontáneamente como Casa del Moro.
La vivienda tiene una planta rectangular, con una fachada principal a la calle Sol y otra lateral por la que se accedía originalmente al huerto. Las estancias se distribuyen en torno a un patio, que es el espacio mejor conservado y de mayor interés. Está porticado en dos de sus lados en la planta baja y en tres en la alta. Los arcos son de ladrillo visto, peraltados en la planta baja y rebajados en la alta, y asientan sobre pilares de ladrillo. Cabe resaltar que originalmente la mayoría de las casas de tradición mudéjar en Sevilla solían usar este tipo de pilares, pero son muy pocos los que han llegado a nuestros días. Esto se debe a que, con la llegada a la ciudad del gusto renacentista, la mayoría de estos pilares de ladrillo fueron sustituidos por columnas de mármol, muchas veces traídas directamente de Italia. Además, los pilares de esta casa son especialmente interesantes porque adoptan una gran variedad de secciones, incluyendo en la planta superior algunos de tipo 'salomónico', con el cuerpo retorcido en espiral.